Es un proyecto familiar que afrontamos con mucha ilusión. Llevamos más de 20 años en el mundo de la hostelería y nos encanta ofrecer experiencias únicas que hagan que la gente se sienta en casa.

Al frente del restaurante, tenemos a Dulce. Su pasión es la cocina, y eso ha hecho toda su vida. Para ella no hay retos: arroces, asados, gazpachos, ajoarriero o morteruelo son sus especialidades.

Sin olvidarnos de los suculentos bocadillos, bravas, calamares, puntilla, …

Todo cocinado por ella, ingredientes de calidad y mucho, pero que mucho cariño.

Os estamos esperando, os va a encantar.